sábado, 11 de junio de 2011

Un relato de camino

Era una tarde ya abandonada por el sol; el silencio inundaba la marcha del adolescente. El retornaba de su pueblo a la capital de provincia. El lunes tenía que estar en primera fila cantando en el colegio. Iba solo, tan sereno que no se preocupaba de nada. En eso, cuando se acercaba a una casa de paja, escuchó un fuerte estrépito, como jamás había sentido.
Muy asustado miraba a todas partes,queriendo saber de dónde procedía el retumbo. Su mirada se cruzó con la  de una mujer ya trabajada por los años. Esta le dijo " no te asustes,  seguramente los hermanos Tarazona están tomando y hacen reventar sus petardos; no hay que hacer caso".
La mujer que vívia sola, con su compañero en cárcel y su hijo que se había escapado a la costa, sentía  mucha pena. Sin más ni más le alcanzó , como si fuera su hijo, un atadito, si tienes ganas - decía-lo abres. El muchacho agadreció y al día siguiente  al abrir el regalito qué sorpresa se dio: varios choclos cocidos y una mitad de queso y, dentro de un plástico,  una escritura antigua por que le entregaban Casca  en posesión de Alonso Valverde.

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